Soy madre de un adolescente con autismo, y para las familias afectadas con Trastorno del
Espectro Autista (“TEA”), se nos complica dar un paseo de forma regular, nuestros horarios no
son igual a la de una familia neurotípica y más si el niño no es verbal, hay factores sensoriales
que a nuestros hijos afectan: olores, sonidos, texturas etc. La poca comunicación hace que se
frustren y actúen de forma agresiva en su desesperación de ser entendidos.
Para la comunidad es difícil entender que es lo que está pasando, puesto que nuestros hijos no
tienen una característica física visible que tiene una discapacidad, y si nuestros hijos entran en
crisis, la ignorancia y falta de información de esas personas se puede manifestar de forma
agresiva hasta llegar a ofrecer dinero para que lo saquen de algún sitio y/o parque, haciendo
ver que nuestros hijos son berrinchudos y agresivos. No podemos evitar que a nuestros hijos
les dé una crisis, y tratar de evitarla sería peor.
Esto lo explico para que se den una idea de lo que les pasa a nuestros hijos y lo que pasamos
nosotros como familia. Nuestros hijos son etiquetados como niños mal educados y/o agresivos
cuando no es así. Seamos empáticos e imaginemos que no nos podemos comunicar ni expresar
lo que nos pasa, que nos molesta algún ruido. ¿Cómo te comunicarías tú?
Ahora que ya tienen más o menos una idea les comentaré algo que sucedió hace un par de días.
Mi amiga tiene 2 hijos con autismo, uno es funcional y el mayor es no verbal, y aparte de
autismo tiene síndrome Dandy-Walker; tuvo una crisis una noche y no se podía controlar,
hasta que finalmente se calmó un poco, estuvo caminando por la casa dando vueltas, no podía
dormir, quería salir y lo llevaron a dar una vuelta en automóvil. Se durmió, él y su mamá
pasaron la noche en el carro.
A la mañana siguiente mi amiga se llevo al niño a darle su paseo en el automóvil, como siempre
lo ha hecho, ahí el niño sufre otra crisis, ella trató de controlarlo, se orilló y bajó al niño a la
banqueta; ya estaba calmado, pero alguien que vio la situación, en su ignorancia, decidió hablar
a la policía. Los oficiales, con toda su fuerza, empujaron al niño, tiraron a la banqueta, lo
esposaron como si fuera un criminal y con todo rigor lo querían arrastrar; la madre diciéndoles
que el niño tenía autismo y no era verbal, cosa que a ellos no les importó, siguieron con fuerza
maltratándolo, le rasparon sus rodillas y los dedos de los pies. No pararon hasta que llegaron
los Bomberos y ambulancia, el niño fue llevado al hospital para ser atendido, y gracias a Dios
ya está dado de alta.
¡Levantemos la voz! Vamos a educarnos como comunidad que somos. Seamos empáticos.
Al departamento de policía y cuerpo de bomberos les pido que tomen un curso, que se
eduquen con relación a las discapacidades, que se entrenen para manejar este tipo de
situaciones. Esto pudo haberse evitado, pero por ignorancia y falta de entrenamiento sucedió
esta tragedia que pudo haber sido mucho peor.
Hagamos visible lo invisible
Argelia Garcia
Madre de una persona con Autismo
Fundadora y Directora de Tu Mundo Es Mi Mundo
Asociación sin fines de lucro
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