Encontramos varias formas para reducir y eliminar conductas inadecuadas en niños típicos, en
niños con Trastorno del Espectro Autista (“TEA”) y otros Trastornos del Neurodesarrollo, entre
ellas están, el reforzamiento, el castigo positivo, el castigo negativo, el refuerzo diferencial de
conductas alternativas, y de conductas incompatibles.
El castigo es muy eficaz en momentos determinados, pero siempre que lo combinemos con
programas de reforzamiento en conjunto como procedimiento para reducir problemas de
conductas en el autismo. La palabra castigo no quiere decir que “castigamos”, va más allá de
sus connotaciones del vocabulario. El castigo, es una contingencia en la que la presentación de
una consecuencia hará que disminuya la conducta en un futuro.
El castigo al igual que el reforzamiento, es una relación funcional entre dos términos (conducta
y consecuencia) está definida por los efectos que muestra en un futuro dicha conducta. La
función del castigo es disminuir conductas inadecuadas.
Castigo Positivo
En la terapia ABA, el castigo positivo en niños con autismo se compone de una conducta que
está seguida por una consecuencia y hace que esa conducta disminuya. Dentro del castigo
positivo, hay una contingencia positiva, cuando la conducta ocurre, aparece la consecuencia
aversiva y hace que vaya disminuyendo la frecuencia de la conducta, entonces cuando la
conducta no aparece la consecuencia aversiva tampoco.
Cuando un niño presenta una conducta inadecuada incorporamos o añadimos una variable en
el entorno (no agradable), para que esta conducta se reduzca o se elimine en un futuro.
Ejemplo: Un niño está en la habitación y comienza a tirar sus legos (blocks) al suelo, la madre
entra y le dice, “recoge los legos y dobla tu ropa”, el castigo positivo sería añadir algo aversivo,
“doblar la ropa”.
Puede haber cierta confusión entre el castigo positivo y el reforzamiento negativo, ya que en
ambos procedimientos intervienen variables aversivas.
Castigo Negativo
El uso del castigo negativo en terapia ABA, consiste en la retirada de algo placentero
(reforzador) para la persona que está emitiendo el problema de conducta, con el objetivo de
disminuir la conducta. Ejemplo: Un niño está jugando con la arena y está haciendo ruidos
inadecuados (autoestimulación).
La aplicación del castigo negativo sería retirar la arena, a continuación, cuando esté en silencio,
reforzar por estar en silencio “muy bien estas en silencio, así se juega con la arena” y le damos
la arena.
Para mejorar la conducta de niños con TEA debemos hacer uso de diferentes métodos para la
modificación. Primero hay que identificar la función de conducta, es decir, porqué se está
dando la conducta. Una vez que hemos identificado la función, podemos aplicar los diferentes
métodos de modificación de conducta;
- Refuerzo diferencial
- Refuerzo positivo
- Castigo
Argelia García
Madre de una persona con Autismo
Fundadora y Directora de Tu Mundo Es Mi Mundo
Asociación sin fines de lucro
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